Creado con la intención de distinguir a los jóvenes talentos de la Arquitectura Vasca, y convocado por el Archivo Peña Ganchegui en colaboración con la Dirección de Vivienda y Arquitectura del Gobierno Vasco, el Premio Peña Ganchegui recibe su nombre del arquitecto vasco más destacado de la segunda mitad del siglo XX.
Establecido en San Sebastián tras su formación en Madrid, Luis Peña Ganchegui (Oñati, 1926 - Donostia, 2009) gozó de un gran reconocimiento desde su primera obra: la Torre Vista Alegre (Zarautz, 1959), que se vio refrendado con la construcción de la Plaza de la Trinidad (Donostia, 1963) durante su corta etapa de arquitecto municipal. Proyecto pionero de acondicionamiento como espacio público de un vacío urbano en el interior del casco antiguo, la Plaza de la Trinidad puso de manifiesto la especial sensibilidad de Peña Ganchegui hacia el contexto, y su enorme capacidad de diálogo con lo existente.
Su maestría como Arquitecto del Lugar se consolidará con los años, haciendo gala de un amplio abanico de soluciones en las más variadas situaciones. Una extensa y rigurosa obra, constituida principalmente por grupos de viviendas, equipamientos públicos y edificios para la industria, que define como ninguna otra los principios requeridos para adaptar la arquitectura moderna a la fisonomía urbana y rural del País Vasco. Pero si hay una obra que lo consagra como maestro de la Arquitectura del Paisaje, esa es sin duda la Plaza del Tenis (San Sebastián, 1976). Perfecta simbiosis entre naturaleza, arte y arquitectura, la antesala del grupo escultórico Peine del Viento, de Eduardo Chillida, constituye uno de los espacios más representativos de la capital guipuzcoana y la obra más celebrada del arquitecto vasco.
Fundador de la Escuela de Arquitectura del País Vasco, compaginó en todo momento su actividad profesional, al frente de su estudio, con otras actividades paralelas, vinculadas al mundo de la docencia y la cultura arquitectónica. Entre los galardones y reconocimientos cosechados por Luis Peña Ganchegui a lo largo de su trayectoria cabe destacar: el Premio Munibe, concedido por el Gobierno Vasco en 1997; el Premio Antonio Camuñas, otorgado por la Fundación Camuñas en 1999; y la Medalla de Oro de la Arquitectura Española, concedida en 2004 por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.